He aquí una segunda lección: el evangelio es aún el “poder de Dios para salvación” (Romanos 1:16). No fue necesario trabajar por años para establecer la iglesia en Tesalónica; pues, el poder de Dios se manifestó de tal manera que la iglesia fue fundada en menos de un mes. Pablo les recordó que el evangelio no les llegó en “palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo” (1 Tesalonicenses 1:5). La tercera lección que queremos notar es que Satanás todavía se opone al evangelio y persigue
Page 6